De Sant Ander a Santander
La historia de la familia Penagos siempre ha estado asociada principalmente a dos actividades: La industria metalmecánica y la electricidad. Huyendo de las guerras carlistas españolas, por allá en 1870, los chicos Eugenio de 11 años, Mariano de cinco, Felisa de siete y Eusebio apenas aprendiendo a caminar, junto con sus padres Francisco y Nieves, salieron del puerto de Sant Ander sobre el Cantábrico, hacia Buenos Aires, adonde se dirigían en aquella época la gran mayoría de emigrantes europeos.
El barco en que venían se detuvo en La Guaira. Sus verdes selvas de frondosos árboles exóticos les llamó tanto la atención que se quedaron a vivir en Caracas. Allí montaron algunas industrias importantes para la época, especialmente en maderas para la exportación.
Allí pasaron unos cuantos años y los chicos fueron al colegio. El sueño del bisabuelo Francisco era adquirir el Invento de Nikola Tesla e Iluminar las calles de Caracas, entonces iluminadas con pestilentes faroles de cebo.
Francisco murió de una de esas enfermedades propias del trópico mientras forjaba una gran empresa maderera en los Valles del Tuy. Más tarde murió el pequeño Eusebio. Eugenio trabajaba en los talleres del Ferrocarril de La Guaira, en manos de ingleses, donde aprendió mecánica y la lengua de sus patrones. Al tiempo que un conocido de la familia les hablaba maravillas de un pueblito llamado Bucaramanga, en las montañas colombianas al sur del lago de Maracaibo.
Armados con todas las máquinas herramientas como tornos, taladros, fresadoras y otros que Nieves importó para su nueva empresa familiar, emprendieron camino hacia su nuevo destino. Por barco salieron en 1891 hacia Barranquilla, ciudad puerto de río y mar. Era una ciudad hecha y derecha, hasta con tranvía municipal. En grandes y elegantes barcos fluviales subieron por el río Magdalena hasta la desembocadura del río Lebrija y, con trasbordo, por éste hasta Puerto Botijas, donde el Lebrija dejaba de ser navegable.
Con largos trenes de mulas subieron la cordillera hasta llegar a Bucaramanga, un pueblecito de apenas 12,000 habitantes. Nieves y los jóvenes españoles fueron recibidos como huéspedes de honor. Días después comenzaron a llegar los equipos de los talleres. Para esa fecha no existía potencia diferente a la animal por lo que los hermanos Penagos, aprovechando una quebrada al oriente de Floridablanca, montaron una pequeña hidroeléctrica, tendieron unos 10 kilómetros de línea y alimentaron los motores que moverían las máquinas herramientas. Esta empresa generaba la “fuerza” pero también la “luz” que sacó de la penumbra las calles de Bucaramanga con la energía que sus motores no consumían en la noche.
Después de la Guerra de los Mil días, por haberse aliado con el bando perdedor, Eugenio se refugió en los Estados Unidos y terminó trabajando como ingeniero en Schenectady, NY con el Dr. Charles P. Steinmetz, genio alemán quien colaboró con Thomas Alva Edison y Elihu Thomson para la fusión de Thomson-Houston Company con Edison General Electric Company.
Años después, Eugenio regresó a Colombia y con Mariano vieron la necesidad de mayor potencia para sus talleres. Ya tenían fundición donde producían las pesadas piezas de sus máquinas. Sobre el río Suratá los Penagos construyeron otra hidroeléctrica más grande y con mayor capacidad de generación. Esta fue la Compañía Eléctrica Penagos la cual años después fue adquirida por Hidroeléctrica del río Lebrija que, décadas después, se convirtió en Empresa Electrificadora de Santander, hoy ESSA.
Los equipos de generación de la compañía eléctrica Penagos Con una capacidad de generación de 350 kW fueron suministrados por la General Electric Co. donde años atrás Eugenio forjó una gran amistad con el Dr. Steinmetz. La experiencia en diseño y montajes adquiridos por los Penagos fueron aprovechados para la instalación de varias nuevas empresas eléctricas regionales en Colombia en los años ´20 y ´30, entre ellas se destaca la de Salazar de las Palmas para Centrales Eléctricas de Norte de Santander, CENS.
Durante los siguientes 100 años, Penagos se convirtió en una gran compañía del sector metalmecánico altamente especializado en los sectores automotriz y maquinaria agrícola. Tres generaciones Penagos han estado al frente de las empresas. En el sector automotriz, buena parte del automóvil colombiano fue elaborado en empresas del Grupo. En maquinaria agrícola, Penagos es el líder mundial con avanzadas tecnologías que manejan el grano de café durante la cosecha, desde la mata hasta el secado.
Alfonso, ingeniero de la Escuela de Minas de Medellín, estuvo al frente del grupo empresarial. Estos buenos años de gran crecimiento en el sector industrial colombiano son tratados en una variedad de libros. Este escrito sólo toca brevemente las “puntas” de la historia.
A mediados de los ´80 y gracias a las alianzas formadas en otras empresas, uno de los grandes conglomerados japoneses (Sogo Shosha) le solicitó a Mariano, tercera generación y ya involucrado en los negocios familiares, apoyo para mirar oportunidades de negocios en Colombia. Entra Tecun al panorama energético colombiano. La primera ventana se abrió cuando el suministro de gas propano residencial prácticamente se agotó. El Gobierno Nacional aprovechó la suerte de tener cinco ciudades servidas con gas natural para generación eléctrica y algunas industrias pesadas. En esos días se otorgaron las primeras concesiones para la distribución domiciliaria de gas natural.
Las compañías de gas natural mencionadas buscaron a Tecun para contemplar la utilización de equipos – medidores, reguladores, válvulas, etc – fabricados en Japón. Durante casi 25 años Tecun suministró la gran mayoría de equipos para el sector en Colombia, hasta montar en la ciudad de Popayán, con industriales japoneses y distribuidoras de gas natural colombianas, la primera fábrica de medidores en el país y en la costa pacífica de América Latina.
Igualmente, con lo más granado de la industria del gas en Italia Tecun montó en Bucaramanga la planta más moderna de América Latina para la fabricación totalmente automatizada de reguladores de gas natural.
Habiendo entendido la importancia de la medición del consumo del gas natural, Tecun incursionó nuevamente con industriales japoneses en el sector eléctrico colombiano. No fue fácil porque el país entonces era abastecido por marcas y equipos con tecnologías viejas y Tecun llegaba con tecnologías de medición de última generación, lo que entonces era revolucionario como tener todo el medidor en un chip. Las electrificadoras y el Estado dudaban de la electrónica para el control de la medición.
Para colaborar con la industrialización y el empleo en el Oriente colombiano, En 2008 Tecun montó una planta de ensamble de medidores electrónicos en la ciudad de Cúcuta. Con el crecimiento del mercado, el fortalecimiento del peso colombiano y el aumento de los costos de logística y transporte, Tecun abandonó este ensamble y se concentró en el diseño y fabricación en Asia de equipos electrónicos de medición, manteniendo una alta participación del mercado nacional y de los países vecinos.
Por esos días la frontera del mundo electrónico se encontraba alrededor de las comunicaciones. Los medidores eléctricos ya eran bastante inteligentes. Esos avances en la capacidad de proceso de los chips se unieron al gran avance de las comunicaciones digitales. Tecun entró en la esta onda con importantes proyectos de medición de la energía entregada por los transformadores de distribución, usando ZigBee para mantener redes “multicamino” entre cada medidor y el servidor central.
Hoy esta “arquitectura” es vieja, lenta e ineficiente. La Nube se expandió, el costo de las comunicaciones bajó, los microprocesadores dentro de los medidores alcanzaron una capacidad impresionante, el software de control de los datos llegó a niveles insospechados apenas cinco años atrás, los medidores se convirtieron en poderosos sensores-instrumentos con toda la información que las distribuidoras necesitan para dar el mejor servicio posible.
Desde hace tres años Tecun viene suministrando sistemas AMI (Advanced Metering Infrastructure) de medición inteligente con diversas y avanzadas plataformas de comunicaciones, ya sea Prime, PLC, BPSK, GPRS, entre otros, con el sólo cambio del cabezote donde va el módulo de comunicaciones. Asumimos que todos los circuitos de todas las electrificadoras tienen características diferentes y por esta razón, ofrecemos el poderío de medidores inteligentes con más de 800 funciones diferentes que se adaptan perfectamente a las condiciones de cada circuito.
Hace ya casi dos años Tecun comenzó a abrirse camino en el Internet de las Cosas (IoT). Rápidamente Tecun organizó un grupo de ingenieros de diseño, electrónica y comunicaciones en varios países del mundo para la conversión, desarrollo e implementación del IoT en los medidores inteligentes que ya teníamos y ponerlos a la vanguardia tecnológica del mundo LoRa®, derivada de LPWAN (Low Power Wide Area Network). Hoy Tecun orgullosamente cuenta con redes LoRa® que facilitan la medición y gestión remota de medidores eléctricos, de gas y de agua, desde un sólo punto regional (gateway) y con unas capacidades de lectura jamás alcanzadas (1000 medidores en un minuto!!).
Sin embargo, la medición inteligente de los servicios públicos cada día estará alcanzando niveles superiores de inteligencia. Los equipos de medición (hardware) serán cada vez más similares, como en los automóviles, los electrodomésticos, los teléfonos, los computadores, etc. La gran diferencia en las soluciones inteligentes se notará en el software que entregará a los directores y técnicos de las distribuidoras de servicios públicos los datos y la virtualización de todos los instrumentos directamente a sus escritorios y a sus usuarios toda la información hasta sus teléfonos o tabletas, para alcanzar un real uso racional de la electricidad, el gas y el agua. Tecun con empresas líderes colombianas, chinas y norteamericanas trabaja en la revolución digital y la automatización de este campo de la medición tan maravilloso. Estamos en el amanecer de la inteligencia artificial aplicada al sector de los servicios públicos.